Los protagonistas del espectáculo estaban dando el callo, sin embargo el árbitro, la verdad, cruzó la línea de lo aceptable. En los instantes postreros consumó tres errores garrafales que sumieron en el estupor a la afición. ¡Auténtico esperpento!Unas más bochornosas meteduras de pata arbitralesEn el universo del deporte rey, donde las